El año pasado marcó un significativo crecimiento para el jiu jitsu en Quito. Algunos de los hechos importantes fueron:
- Barry Morocho ascendido a cinta violeta: se convirtió en el segundo cinta violeta en la capital.
- Ascensos a cinta azul: Daniel Paredes, Hernán Almeida y Gabriela Pérez obtuvieron la cinta azul y se sumaron así a la ya importante base de cintas azules que trabajan mejorando el jiu jitsu quiteño.
- Competencias: se llevaron a cabo cuatro competencias en la ciudad. De ellas, el campeonato por equipos y la Copa Rawai de submission se llevaron a cabo por primera vez y ojalá se conviertan en tradicionales competencias de la capital. Las otras dos, el Interno y el Abierto San Francisco, sucedieron por segundo año consecutivo y ya van ganando nombre y peso.
- Horarios: el jiu jitsu se extendió a nuevos lugares y horarios; esto ha mejorado mucho la oferta. Especial mención es el hecho de poder ofrecer el jiu jitsu como clase en la Universidad San Francisco de Quito.
- Número de practicantes: este año el jiu jitsu cuenta con más del doble de practicantes en la capital ecuatoriana, esperemos que este crecimiento exponencial continúe.
Así, el 2008 fue un año generoso en materia de jiu jitsu. El arte suave aún se encuentra en estado embrionario, en desarrollo, en Quito, pero esperemos, con esfuerzo y paciencia, la llegada de tiempos mejores. Hoy por hoy, todos somos pioneros y, aunque es verdad que esto exige mucha más dedicación, sudor y disciplina de nuestra parte, es también mucho más gratificante. Algún día podremos decir orgullosos que fuimos parte de la primera generación que ayudó a levantar el edificio del jiu jitsu en Quito. Entonces, fuerza, que el 2009 promete mucho.
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